CLIENTE: Instituto de Atención Social y Sociosanitaria de Gran Canaria

SITUACIÓN: Calle Cánovas del Castillo, Parcela 238, Polígono 3. Término Municipal de Ingenio.

SUPERFICIE DE INTERVENCIÓN: 7.120,74 m² construidos.

Funcionalmente, el edificio se divide en tres grandes volúmenes: El volumen del centro de día, con los usos de recepción, salas polivalentes, área administrativa y área sanitaria. El volumen logístico, que alberga el área logística y el aparcamiento del personal. El volumen de residentes, que contiene los módulos de habitaciones y las zonas de uso común para los residentes.

Uno de los objetivos del proyecto es maximizar la eficiencia energética del edificio:

• Orientación y protección solar: Para  lograr la mejor orientación posible, se ha proyectado un edificio alargado en dirección este-oeste, de manera que la mayor parte de las fachadas tienen orientación sur. Los fachadas este y oeste se plantean como muros opacaos. Se plantean elementos arquitectónicos de protección solar, como la colocación de brise soleil en forma de volado, para reducir las ganancias solares en la fachada sur en los meses de verano y cubiertas vegetales para aportarles masa térmica y que tengan un mejor comportamiento energético.
• Orientación eólica: En Canarias, debido a los vientos alisios que afectan la mayor parte del año, la orientación eólica debe de tenerse en cuenta para conservar el calor en invierno y disipar el calor y la humedad en verano. No existen grandes fachadas con orientación noreste, por lo que en invierno se aumenta la conservación del calor al limitar la convección forzada evitando geometrías que produzcan turbulencias y propiciar la existencia de espacios exteriores protegidos en la fachada sur. En verano se busca la disipación del calor y la humedad, realizado patios interiores que permiten una ventilación cruzada.
• Factor de forma: la relación entre la forma de un edificio y su capacidad de intercambio térmico con el exterior, por lo que se ha buscado que los volúmenes que componen el edificio sean lo más prismáticos posibles para poder conseguir que sean energéticamente más eficientes. Además, que el edificio se encuentre parcialmente enterrado influye favorablemente en el factor de forma, ya que el terreno que se encuentra en contacto con la envolvente del edificio se suele considerar  como un borde neutro.